José Antonio García y García (Lima, Perú, 23 de octubre de 1832 - Lima,
2 de noviembre de 1886) Empezó sus estudios escolares en la escuela particular
dirigida por Clemente Noel, por entonces una de los de mayor prestigio de la
capital peruana. Su secundaria la hizo en el Colegio Nacional Nuestra Señora de
Guadalupe y finalmente al Convictorio de San Carlos, entonces regido por el
célebre Bartolomé Herrera. Allí se graduó de abogado en 1853, pasando de inmediato
a enseñar en las aulas carolinas Geografía y Derecho Internacional. Fue un diplomático y político peruano. Ejerció diversas representaciones
diplomáticas en varios países de América y Europa; fue también diputado (1860),
senador (1872 y 1879), Alcalde de Lima (1872) Ministro de Relaciones
Exteriores
(1875 y 1876-1877) y Presidente del Senado (1879). Durante la ocupación chilena
de Lima fue apresado y confinado a Chile. Falleció poco después de su retorno al
Perú.
Es en su labor de Diplomático destacado en la nueva república de
Colombia, como Encargado de Negocios del Perú, que es designado como enviado
plenipotenciario a nombre del Supremo Consejo Grado 33° del Perú, en su calidad
de ser miembro del mismo, para realizar las gestiones en Cartagena, para el
reconocimiento del naciente Gran Oriente Peruano, que era el nombre que
aglomeraba a todas Las logias del Perú de aquella época, logrando su cometido,
trayendo la Carta de Reconocimiento del nuevo ente regulador de la masonería en
el Perú.
Esta gestión cerró uno de los episodios más interesantes de la vida
institucional masónica en el Perú, tras de haber sufrido serias interrupciones
que pusieron en grave peligro no sólo su estabilidad sino la existencia misma
de la masonería en el Perú. Labor que fue elogiada y reconocida por tan ilustre
masón, no solo en el Perú sino por las potencias masónicas de aquella época.
Continuando con su labor profesional, resalta que en 1879 fue nuevamente
elegido senador por Loreto, confiándosele la presidencia de su cámara, como
sucesor de Manuel Pardo, asesinado el año anterior en el hemiciclo del
Congreso. Ejerció luego la dirección de la Sociedad de Beneficencia Pública de
Lima (1880-1881) durante los luctuosos días de la Guerra del Pacífico. Durante la ocupación chilena de
Lima pasó a Huaraz para cumplir una misión confidencial ante el gobierno
provisorio del contralmirante Lizardo Montero, pero a su regreso fue apresado
por los chilenos y remitido a Chile (8 de agosto de 1882). No obstante hallarse
enfermo, fue confinado en Chillán, desde donde se negó aceptar los plenos
poderes que el gobierno del general Miguel Iglesias le ofreció para que tratara
las condiciones de paz con el enemigo. En
Chile formó parte del grupo de notables peruanos desterrados, entre los que se
contaban el presidente Francisco García Calderón, José María Químper, Andrés
Avelino Aramburú Sarrio, Ramón Ribeyro, Manuel Candamo, entre otros. Tras la
firma del Tratado de Ancón, regresó al Perú muy enfermo, falleciendo en 1886.
En la actualidad un Colegio lleva su nombre en
Puerto Eten, Chiclayo. Agregar que fue
hermano del distinguido marino Aurelio García y García y tío de la notable
educadora peruana Elvira García y García.
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