sábado, 30 de noviembre de 2013

PRIMEROS MASONES JAPONESES EN EL PERÚ PARTE 3/3



Capital de la Prefectura de Kanagawa en la región de Kanto de la isla de Honshu (“Isla Principal”) la más grande del archipiélago japonés, antiguamente conocida como Hondo.
Yokohama, al final del periodo feudal de Edo, era una apacible y pequeña caleta de pescadores asentado en una acogedora ensenada hasta que -por el Tratado de Paz y Amistad (31 de marzo de 1854) o Convención de Kanagawa, firmado por los EE. UU. A., bajo la sombra amenazante de los cañones de la flota de guerra del Comodoro Matthew Perry, y el Shogunato Tokugawa-, se abren los puertos al comercio norteamericano, rompiendo el aislamiento que por más de dos siglos mantenía el
imperio japonés. Al ser Yokohama escogida para ello, se comienzan a construir las instalaciones adecuadas para ser abierto, como puerto, oficialmente el 2 de junio de 1859; posteriormente, en 1862, Inglaterra  establece una guarnición militar para proteger sus intereses.


AWOKI TADASHI.-

Natural de Yokohama.
 Rápidamente se va convirtiendo en un receptor de adelantos tecnológicos como la publicación de periódicos en inglés y la introducción del arte fotográfico o la fabricación de helados y cerveza, modas de corte occidental, deportes y recreaciones extrañas, como el rugby y la carrera de caballos, en fin, una serie de productos que sustentaban a la creciente corriente de migrantes, tanto extranjeros como japoneses, y a las industrias fabriles, comercios y construcción, que se establecían y empezaban a desarrollar una pujante, industriosa y nueva ciudad.
Es posible que algún obrero en la Verdad, a principios del año de 1929, conociendo de la valía personal y estimando que era una persona que estaba en la búsqueda de aquello que es bueno y verdadero para sí mismo, le informara, someramente, de la existencia y finalidades de nuestra Augusta Institución.
…”Y deseando ser útil a la humanidad” y estando, afirma,…”bien impuesto y enterado de los fines”…de la “Sociedad Masónica”, se ofrece de su…”libre y expontanea voluntad” y bajo” su “palabra de honor” como “Candidato” a ella.
Nuestros registros dan cuenta que en su “Programa Masónico” había declarado ser natural de YOKOHAMA, estar soltero, que ejercía la noble profesión de médico y practicaba los preceptos de la religión Nichiren.
Para nosotros, que creemos en la existencia de un Ser Supremo, no reviste importancia el nombre de la Creencia que se profese y que nos pudiese separar, es más importante la unión y conciliación de la verdadera fraternidad, el cultivo de una sincera amistad y el ejercicio de una franca solidaridad.
Ello no impide conocer algo de esta profesión de fe. Esta creencia es una rama del budismo Mahayana que se sustenta en las enseñanzas y escritos del monje japonés Nichiren Daishonin (1222-1282). Se enfoca en la Sutra del Loto, que señala que la naturaleza búdica es inherente a todas las personas y, por lo tanto, todos podemos alcanzar, en esta vida, la Iluminación.
Presentada en Logia abierta y debidamente recomendada, es aprobada para que continúe con los trámites correspondientes. Ahora ya es un postulante a la iniciación.
A cierta hora del día señalado para su iniciación, el 17 de setiembre de 1929, como recipiendario le encontramos en la oscuridad de su visión siendo conducido a un lugar de reflexión en el cual cambiara sus vestiduras, se le despojara de sus metales y será el inicio de una nueva obra.
En tales circunstancias y habiendo recorrido, en tinieblas, un sendero donde dejo perdidos sus pasos profanos se encuentra ante un obstáculo que parece ser una puerta, la aporrea y espera.
Abierta que es, se le interroga y se le pide que espere y le vuelven a cerrar la puerta. De pronta ella se abre y se le franquea el paso para cumplir con su deseo, que humildemente solicitó, de ser iniciado en los Misterios y Privilegios de la antigua Francmasonería.
Con la más plena, libre y espontánea voluntad se contraen deberes para con la Orden a través de un juramento que se realiza en la forma que conocemos ante el Ara, en realidad nuestra propia conciencia, que corona un V\ de la L\ S\ abierto en determinada enseñanza, sobre la cual se asienten una E\ y un C\ en debida posición.
El juramento que se contrae se realiza en presencia del Ideal personal, de aquel Principio impersonal y Divino Arquitecto de nuestras vidas, en este particular caso, nos preguntamos, si se realizó sobre las doctrinas que encierran “Las Tres Grandes Leyes Secretas” o “Tres Joyas” o, tal vez, sobre las trecientas cartas inspiradas del monje Nichiren o sobre algún otro libro sagrado propio de su fe.
Como resultado de sus esfuerzos, estudio, trabajo y perseverancia que le conducen a un progreso tanto intelectual como moral, sus HH\ acuerdan aumentarle el salario que percibe y le inician como C\ en la Sol\ Cer\ del 16 de setiembre de 1929.
Ahora se esfuerza en saber “quién es”, por qué y para què estamos en esta vida y cuáles son las finalidades de nuestra existencia y recurre a las ciencias, ordenes, sentidos y a todo aquello que le proporcione la comprensión de sus inquietudes. En estos quehaceres se encuentra, cuando el 23 de noviembre del año arriba mencionado es citado, en una Cámara fúnebre, ante una T\
Y se hace M\

ANTONIO SUZUKI

Nace en 1898, en la Prefectura de Saga de la isla de Kiusiu (Kyushu), la más meridional y la tercera más grande de las cuatro islas principales que componen el Archipiélago. Su nombre hace referencia a las nueve provincias en que, antiguamente, estaba dividida.
Se le conoce como la “Isla de la Longevidad” por albergar a las personas de más edad en el mundo. Su rico pasado histórico le permite que se le considere como la cuna de la civilización japonesa.

 
Afincado en el centro del país, desde hacía 10 años, y con un establecimiento comercial próspero es posible que se sintiera, y, de seguro lo era, un espíritu en el cual bullían los sentimientos de filantropía, de amor, paz y fraternidad; era un hombre con amor en su corazón, para sus semejantes.
Era un hombre de selección.
Y tan pronto como se vio noticiado de la existencia de una fraternidad que propaga nobles y apacibles enseñanzas y cuyos miembros viven orgullosos de pertenecer a ella y siendo un hombre bueno y leal, a través de un H\ y amigo, solicitó acceder a los beneficios de los conocimientos masónicos.
En nuestros registros se anota que declaraba haber nacido en Japón – Kiusiu - Saga, que contaba con 34 años de su edad, de estado civil casado, profesar el catolicismo y ejercer el comercio y domiciliar en la ciudad de Huancayo.
Presentada su solicitud, un 5 de marzo, recomendada y debidamente aprobada para que continúe con los trámites correspondientes fue derivada a la Comisión Secreta para su evaluación e informe.
En un determinado momento del 9 de abril de 1932 empieza, en tinieblas, a recorrer intrigado y nerviosamente un camino que se le hace largo, para, de repente, detenerse y el que le ha conducido, ahora, le quita la venda que cubre su visión y se encuentra en un lugar débilmente iluminado y se le pide que se despoje de sus vestiduras y se vista con las adecuadas, que espere y medite en esa su nueva condición.
La R\ L\ S\ “AURORA DE HUANCAYO” N° 15 cuyo V\ M\ era el R\ H\ Alberto Forero Márquez -que dejó grata, fructífera y honda huella- había abierto sus trabajos revestidos con la solemnidad y alegría de incorporar un eslabón a su fuerte y potente cadena.
 La Armonía de la reunión se ve interrumpida a los toques desordenados a la puerta. Al informar de tal suceso, se autoriza inquirir por quien era el que cometía tal osadía, y por la discreta apertura de la puerta se informa que era un “pobre candidato en estado de tinieblas”… (que)”Viene ahora, de su propia y libre voluntad, debidamente preparado a solicitar humildemente ser iniciado en los Misterios y Privilegios de la Antigua Francmasonería”.
En el dintel de la puerta se encontraba el recipendiario Antonio Suzuki y el inicio de una historia.

SABURO USHIDA JORGE.

En el excelente y bien documentado libro “Japoneses Bajo el Sol de Lambayeque”, del investigador y sociólogo Luis Rocca Torres, aparece una larga referencia de Saburo Ushida Jorge y de ese trabajo nos hemos permitido, con el perdón del autor, tomar algunos datos para el presente documento.
Saburo Ushida nació en Yamanashi – Japón – en 1900. La Prefectura ocupa un fértil y hermoso valle en la región central de Chubu de la isla principal de Honshu, y en su horizonte se elevan las montañas más famosas y elevadas del Japón. Al sur el venerado y admirado monte Fuji, al oeste los majestuosos Minami y el Kitadake, el segundo pico más alto del Japón y el Yatsugatake, con sus ocho picos, al norte. 
Desde esta bella tierra parte con un equipaje cargado de planes, ilusiones y la vehemente voluntad juvenil de labrarse un porvenir sólido y, tal vez, una familia, un hogar. Tenía 21 años cuando viaja al Perú, era 1921 y nuestra patria celebraba el primer Centenario de la Independencia Nacional.
En Lima se dedica a la compostura de calzados. En 1923 se traslada a la ciudad de Chiclayo para trabajar en el taller de relojería de don Juan José Furutani. Al poco tiempo abre el “Bar Central”, un bar – restaurante, ubicado en la calle La Point, con bastante éxito, que capitaliza para cambiar de giro e implementar un bazar en la calle Vicente de la Vega. Bajo la premisa de: “Vender barato y en cantidad” atrae a una diversa y numerosa clientela que hace prosperar el negocio, lo que le permite juntar un importante capital que invierte en la apertura de otra tienda, más grande y surtida, en la calle de Alfredo la Point; negocio que llego a convertirse en el segundo en importancia en el departamento de Lambayeque, después de la Casa Cuglievan.
El negocio se consolida al establecerse la firma Jorge Ushida y Cía., dedicada a la importación de diversas mercaderías de Japón, Estados Unidos de América, Italia e Inglaterra y se expande al establecer en Piura una sucursal ubicada entre la Av. Grau y el jirón Arequipa.
En 1928 llega procedente del Japón su esposa doña Mitsue Ushida.
Fiel ejecutor de la temperancia, industrioso y aplicado a su empresa, justo con sus trabajadores, servicial con sus clientes y honrado en su trato comercial, hace que sus negocios se consoliden. Fraterno y solidario con sus vecinos y con un armonioso hogar que iluminan y alegran cinco niños, llega el tiempo en que se anhela algo más,  un espíritu libre como él anhela cultivar el Arte supremo de Pensar, de reflexionar sobre la vida, que le permita descubrirla, comprenderla y elevarla.
Noticiado de la existencia de una antigua sociedad cuyos integrantes ejercen un conjunto de reglas de buena disciplina y tradiciones de fraterna solidaridad, que se esfuerzan en construir bienestar social a través del perfeccionamiento intelectual y moral de cada uno de ellos; manifiesta su interés de pertenecer a ella.
Al presentar su “Programa Masónico”, declara de su “libre y espontánea voluntad, y bajo mi palabra de honor, (que) me ofrezco como candidato a la Sociedad Masónica, bien impuesto y enterado como estoy de su programa, y deseando ser útil a la humanidad”. Consigna, en el mismo, haber nacido en Yamanashi – Ken – Japón, el 10 de setiembre de 1900, declarando profesar el Budismo, estar casado y ejercer el comercio.
Bien y dignamente recomendado, regularmente propuesto y aprobada su solicitud en Logia abierta”, se encuentra ahora en un lugar de reflexión, debidamente vestido, para emprender, en tinieblas, un camino que, a la vez, que va perdiendo sus pasos profanos, le acerca a las puertas del Templo de la R\ L\ S\ Estrella del Norte Nº 49 las que aporrea “de su propia y libre voluntad para solicitar humildemente ser iniciado en los Misterios y Privilegios de la Antigua Francmasonería”.
Ella le es franqueada al declarar que “espera obtener ese privilegio con la ayuda de Dios, porque es un hombre libre y de buenas costumbres”, Con tal convicción es admitido de la forma que conocemos para ser iniciado en labrar un nuevo aspecto de su vida. Esto ocurría en un determinado momento del 11 de febrero de 1939, fecha, circunstancias y experiencia que, de seguro, no olvidó jamás.
 Don Humberto Castro, quién le conoció  y colaboró estrechamente con él,  refiere… ”Ushida fue muy respetado por sus modales y alto espíritu altruista, siempre listo para servir y colaborar en cuanta obra de bien social se realizaba”.
A raíz de la riptura con los países del Eje durante la Segunda Guerra Mundial, en el departamento de Lambayeque también se elaboraron las infames “Listas Negras” de ciudadanos pertenecientes a esos países, de las que no se libró nuestro Q\ H\
Antes de ser detenido para ser deportado a los campos de concentración en los Estados Unidos de América, durante la II Guerra Mundial, a don Humberto le confía la empresa.
Le dice…
 Humberto, Ud. Sabrá lo que tiene que hacer con todo el negocio” y le encarga…”con la familia, siempre ayudarlos”. Cuenta, don Humberto, que… “En un silencio solemne abrió un cajón del escritorio y extrajo una pequeña caja. La abrió y había una tela de seda fina, poco a poco fue desenvolviéndola y apareció una daga japonesa afilada y me dijo: “Este es mi honor… guárdamelo por favor”. 
Nuestro H\ nunca regresó.
Terminada la guerra y liberado, empezó una tercera vida; perseverante, trabajador y honrado como era, logró progresar y mantener una existencia cómoda que al final de su vida se vio embargada por la felicidad de poder  reunirse con sus hijas en Chicago.
Entregó sus herramientas, que tan bien las había utilizado, al G\ A\ D\ U\ en 1995, a los 95 años de su edad, emprendiendo su viaje al O\ E\
Afrontó la vida siendo fiel con sus ideales, practicando los principios de la fraternidad, ejerciendo con  perseverancia aquel trabajo que ennoblece y eleva. Resultado de este esfuerzo individual es su encuentro con el camino del progreso material, intelectual y moral.
Al haber dado, sobre la senda de la Virtud, sus primeros equilibrados, firmes y seguros pasos, se encaminó hacia una profunda comprensión de la Verdad y la Vida.
MUTO YOSHIHISA
Tokio*- 20 de enero de 1896.

Edo, antiguamente “Yedo”, es un castillo - fortaleza que se empezó a construir, en 1457, por Ota Dokan, un vasallo del clan Usagui, en los terrenos que hoy ocupa el jardín Oriental del Palacio Imperial de Tokyo.
En 1603, Tokugawa, al recibir el título de Shogun, convierte a Edo en su centro administrativo, que ya era, desde hacía algún tiempo, su base de operaciones. En 1868, la Restauración Meiji le da el nombre de Tokio (“capital del este”), al siguiente año el Emperador se traslada a ella y se empieza a construir el Palacio Imperial.
Acariciada por las aguas del Océano Pacifico, que se desplazan por el canal de Uraga, se extiende la bahía de Tokio en la parte central de la costa meridional de la isla de Honshu, acogiendo los puertos de Chiba, Kawasaki, Tokio, Yokohama y Yokosuka. En ella, en 1850, se desarrollaron las negociaciones entre las autoridades del imperio Meiji y el Comodoro Matthew Perry que concluyeron con la apertura del Japón al mundo occidental.
*En los registros del Museo de la Inmigración Japonesa en el Perú figura como nacido en Yamanashi. Algunos opinan que muchos migrantes declaraban como lugar de nacimiento el puerto de embarque, en este caso Tokio, lo cual explica esta discordancia en los registros.
En 1905 arriba el primer inmigrante de Yamanashi, el señor Denjyu Horiuchi, un graduado en la Facultad de Agronomía por la Universidad de Sapporo en Hokkaido, quién desde su natal Misaka cho en Higashi Yatsushirogun fue a establecerse al departamento de Madre de Dios, dedicándose al cultivo del caucho y extracción de oro.
Dos años después, en 1907, en el cuarto viaje del “Kasato Maru”, el primer contingente de 41 corazones de Yamanashi cargados de los valores y costumbres adquiridos en sus terruños, desembarcan para empezar a construir sus sueños con la dedicación, esfuerzo y sacrificio de aquellos que son capaces de edificar su destino con amor.
Entre los años 1910 y 1940 se produjo una gran afluencia de oriundos de esta Prefectura. En 1915, el 11 de setiembre, acodera en el Callao el vapor “Kyo Maru” y a bordo de él se perfila un maduro ingeniero que venía a construir con talento, entereza, perseverancia y vigor su destino.
Ya establecido, gana notoriedad cuando en su calidad de ingeniero reparó una central hidroeléctrica. En 1921 se traslada a Arequipa para asentarse en ella y en donde sobresale por el diseño y construcción de residencias utilizando, decorativamente, el sillar.
Al declarase como patrimonio cultural de la Nación a los conocimientos, saberes y técnicas artesanales de extracción y labrado del sillar de Arequipa mediante la R. S. Nº 073-2014-VMPCIC-MC, se le hace una especial mención y reconocimiento.
Ella expresa, en sus considerandos,… “Que el inicio del S. XX estuvo marcada por una nueva propuesta urbanística” (esta fue…)”El estilo art nouveau, desarrollado en Arequipa entre 1919-50 transformó las pautas del diseño y la arquitectura de la zona, y paulatinamente dio fin al dominio del sillar”(…) “Sin embargo, el sillar continuo siendo usado como material de construcción…como tabiquería” (…) “Un nuevo espíritu académico…generó una diversidad de estilos arquitectónicos, (…) en el que el sillar fue uno de los componentes de mayor importancia, sobresaliendo así en Arequipa el estilo bungalow, por Yoshihisa Muto, el estilo vasco, por Rodolfo Miranda, y el estilo neocolonial por Héctor Velarde, entre otros.
En todas parte hay seres de espíritu inquieto, que van en busca de lo que está más allá de las cosas, que tratan de descubrir lo que se considera oculto, en descifrar lo que se mantiene secreto, que consideran lo raro como valioso y en ese caminar es posible encontrarse con el mismo afán encarnado en un obrero de nuestra Augusta Institución.
En la Ten\ del 4 de marzo de 1933 es presentado el “AVISO DE SOLICITUD PARA INGRESO DE PROFANOS” al que se le da lectura. Allí declaraba haber nacido en TOKIO el 20 de enero de 1896, ser ingeniero de profesión, casado, practicar la religión católica y tener 12 años de residencia en el valle. Domiciliaba y atendía profesionalmente en la calle de San Juan de Dios N° 601 – AREQUIPA, con teléfono N° 107 y Casilla Postal N° 250.
Presentado a la Gr\ Sec\ de la G\ L\ D\ P\ el 20 de marzo, se le inscribe con el N° 25 del Registro General de Solicitudes, se le circula por las Logias, en la misma fecha y se autoriza, el día 29, la Ceremonia de iniciación con la indicación de que esta no se lleve a cabo hasta que se emita la correspondiente Autorización de Balotaje.
Debidamente vestido se le acompaña en silencio y en la oscuridad de su visión a través de un corredor que se interrumpe ante lo que le parece ser una puerta, a la que golpea. Tras el cerrado umbral un luminoso recinto albergaba a los obreros del R\ Tall\ Luz y Libertad N° 32 cuyos trabajos habían sido solemnemente abiertos por el V\ M\, R\ H\  José Miguel Gutiérrez, a la hora determinada del 6 de mayo de 1933, en el P\ Geo\ conocido. Y comienza a transitar por una nueva e impresionante etapa de su viaje por la iniciación que le será inolvidable y cuya comprensión tendrá que descubrir.
Siendo su profesión la de constructor no le fue difícil ilustrarse por lo que los símbolos expresan, ni tampoco develar las alegorías del sistema peculiar de moralidad que es nuestra Orden que lo lleva reafirmar la práctica, en él usual, de los principios sobre los que ésta se ha fundado: el Amor Fraternal, la Caridad y la Verdad.
Ello impulsa a sus HH\ a manifestarle a la G\ L\ D\ P\, mediante Of. N° 478 del 2 de julio de 1933, que…”Después de haberse llenado las formalidades reglamentarias…comunicaros que este H\ se encuentra expedito para obtener su adelantoVivamente interesados, suplicamósle…se sirva enviarnos en forma telegráfica la autorización, para poder llevar a cabo la Ceremonia el próximo sábado 8 del presente”.
Efectivamente en esa fecha recibe, con la debida Solemne Ceremonia, su aumento de salario. El 17 de setiembre, sus HH\, se dirigen a la G\ L\ D\ P\, mediante Of. N°498 para informarle que…”habiendo este H\ solicitado su exaltación al sublime grado de M\ M\ fue examinado y balotado conforme a los Estatutos, y habiendo resultado inmaculado, solicitamos la debida autorización la que os serviréis enviarnos telegráficamente, pues motivos de carácter profano obligan a este H\ a tener que llevar su deseo forzosamente el próximo sábado 23 del mes en curso”.
Y, así fue como, recién, el 21 de octubre, en la oscuridad visible, ante una T\ y bañado por la L\ de la E\ matutina, es exaltado al S\ Gr\ de M\ M\
TAKAGI RAUL DOHI

Las montañas Asuwayama y Kunimidake lo vieron llegar y escucharon su primer llanto en un hogar de la ciudad de Fukui, un día de mayo del año cinco del siglo XX. Esta antigua e importante localidad, acariciada por el mar del Japón, se ubica en la parte norte de la Prefectura del mismo nombre, en la región de Chubu, en el centro de Honshu, la isla principal y más grande del archipiélago japonés.
Desde largo tiempo atrás, Fukui, era una próspera ciudad cuando, durante el período Edo (1603 – 1868), se constituye como la capital de la provincia de Echizen.
Más tarde, el primero de abril de 1889, durante el Imperio Meiji, se incorpora a la administración política tal como la conocemos ahora.
Establecido en el Rincón de los Espíritus, como, también, se traduce Ayacucho y dedicado con empeño a forjar sus sueños a través del trabajo que crea progreso y ennoblece y le relaciona con los diferentes estamentos de la sociedad que le permiten acceder a quienes tienen un especial  comportamiento e inquietud en saber más y mejor, inquietud que no le era ajena.
Noticiado de los fines de la Institución a la que pertenecían estas personas y convencido de que ello le sería una fuente de agua espiritual que le elevaría, decide, libremente, acceder a ella. En su solicitud, en la que se ofrece como candidato, declara haber nacido en la ciudad de Fukui, en el Imperio del Japón, en mayo de 1905, se encontraba civilmente casado, practicaba la religión Católica y se dedicaba al comercio.
Habiendo “sido bien y dignamente recomendado, regularmente propuesto y aprobado”, se encuentra, en un determinado momento del 16 de junio de 1940, desconcertado y en tinieblas caminando a tientas, confiando en quien le conduce. En una pausa, sale de sus tinieblas para encontrarse en un lugar apenas iluminado revestido de símbolos que le llevan a la reflexión, allí, despojado de sus metales es vestido adecuadamente para reiniciar, en oscuridad, la caminata con pasos que se van perdiendo para dejar solo aquellos dados con firmeza, fundados en la fe.
La R\ L\ S\ Condorcunca Nº 30, debidamente abierta en Armonía, espléndidamente iluminada y con sus Tres Grandes Luces debidamente abiertas y colocadas en la posición que conocemos, descansando sobre el Altar, al escuchar toques indebidos a su puerta, procede a informarse de quien pide entrada en esa forma, al cerciorarse que es un pobre candidato, hombre libre y de buenas costumbres, debidamente preparado, que con la ayuda de Dios viene a solicitar humildemente a ser iniciado en los Misterios y Privilegios de la Antigua Francmasonería, le franquea el umbral. Y le da la Luz.
En su banco de trabajo estudia el material del que está hecho, aprende las primeras nociones de lo bello y verdadero y persevera, se familiariza con las herramientas que le han sido proporcionadas, empezando con el desbaste de su materia prima.
Es tiempo de pruebas en las que se aprecia su aptitud al trabajo, su colaboración, entusiasmo y dedicación lo que hace que su Vig\ le considere digno de seguir el curso de la jerarquía Mas\ que le conducen a otro conocimiento, es, entonces, que lo presenta y solicita se le aumente su salario para consagrarlo como C\
Entonces los HH\ deciden confiarle, en la ceremonia realizada el 10 de mayo de 1941, la clave de las ciencias y los instrumentos de trabajo que le son inherentes y esenciales para forjarse una  moral que perfeccione su alma con el fin de que sus acciones estén consagradas al mejoramiento de la sociedad, procurando el bienestar de sus semejantes, haciendo de ellos una unidad social bajo el mandato masónico de Fraternidad.
Ese mismo año, el 27 de setiembre, se le concede el S\ Gr\ de M\ M\, muere para renacer en la madurez de su edad iniciática, para alcanzar la sabiduría, la plenitud y la perfección de su existencia.
Con este Q\ H\ y en este “Rincón de las Almas”, Ayacucho, concluyen las iniciaciones de inmigrantes del Sol Naciente del primer cuarto del siglo XX que hemos podido identificar en nuestros registros, queda la inquietud de seguir trabajando en ello, sentimiento que trasladamos a todos aquellos que aman estos quehaceres.
Ayacucho cierra un capítulo de este trajinar, pero, a la vez, abre, con los golpes conocidos, otro que le confiere el título de “Rincón de la Esperanza” pues es en esa querida tierra, regada por la sangre sagrada de la Libertad, que se registra la primera iniciación, privilegio que ostenta la R\ L\ S\ Condorcunca Nº 30, de un nisèi, el señor Luis Roberto Ishikawa Triveño, nacido en Ayacucho el 23 de junio de 1919.
Pero, esa es ya otra historia.
R:.H:. Ivo Pino Ramos

Basado en el Informe del Instituto Histórico "Jorge Basadre" de la Gran Logia del Perú.
Director: R\ H\ F. Sialer García.
CORRECCIÒN Y ESTILO.-
R\ H\ Carlos Maclean Crestani.

AGRADECIMIENTO.-
R\ H\ Germàn Ganaha Miyasato
Por su entusiasta y valioso aporte en la confección de algunas de estas semblanzas.

BIBLIOGRAFÌA.-
ADIOS TO TEARS
“THE MEMORIES OF A JAPANESE – PERUVIAN INTERNEE IN U. S. CONCENTRATION CAMPS”.
Seishi Higashide
Foreward by C. Hardey Gardiner
University of Washington Press
U.S.A. - 1993

“THE AFFINITY OF THE EYE”
WRITING NIKKEI IN PERÙ
Ignacio Lòpez Calvo
University of Arizona Press
2013

 LOS INMIGRANTES JAPONESES EN EL PERÚ”
 Amelia Morimoto
UNALM, TEA
Lima - 1979. 


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