miércoles, 18 de noviembre de 2020

LA PACIENCIA COMO VIRTUD MASÓNICA

Cuando se sienten sentimientos tan sublimes, siempre hay un lugar inalterable para enaltecer la paciencia.
Siempre he pensado que nada fortalece más al amor verdadero y real que la paciencia.
Es un don que nos da la capacidad de esperar, poder entender y tener esperanzas en el otro.
Las personas viven tan rápido cada día, tan agitadas tratando de competir con ellas mismas que no se dan cuenta de lo importante que son las pequeñas cosas, bueno digámoslo así , pequeñas porque en realidad todo lo que tenga que ver con ser más humanos , siempre será noble y de una tremenda grandeza.
Se olvida fácilmente que la velocidad en todo ámbito no nos lleva a nada, a la larga sólo nos puede producir un enorme choque del cual cuando tal vez nos recuperemos ,ya habremos perdido quizás, familia, amigos, o hasta al ser que más
amamos.Tener paciencia nos hace enormemente nobles y nos ayuda a mantener la serenidad y la contemplación cuando vemos que todo se nos torna difícil, cuando nos llegan los fracasos, cuando nos desilusionamos ante algo que no se nos dio o simplemente cuando todo nos sale mal.
Y por lo mismo nuestra forma de vivir nuestras vidas hace que queramos respuestas más tempranas,soluciones más rápidas y que tengamos una disposición de todo en una forma más eficaz y competitiva.
Nos impacientamos al no encontrar las respuestas o los resultados en un corto plazo.
Lamentablemente esta filosofía da respuesta a rápidos juicios que muchas veces son causantes de mucho dolor y en otros casos desesperación para el que no concibe de una vida así, o bien cuando la ansiedad nos come la vida.

Pero cuando estamos unidos por un sentimiento tan pleno como el amor, no podemos pensar así, pues las respuestas más importantes llevan de mucho tiempo, de muchas conversaciones,
de muchas esperas, de muchas pausas, de mucha comprensión y por lo mismo estar basado en la esperanza, en la confianza, en la comunicación y sobre todo libre de apresuramientos y de presiones.
En mi experiencia, he podido observar que muchos problemas que me he generado han sido sombras enormes y a veces sin mucho asidero por mis mismas ansiedades y por mi impaciencia, pero que si me pongo a pensar cabalmente , desaparecen cuando vuelve mi paciencia.
Por lo que puedo concluir que todas aquellas personas que realmente aman o aprendieron el valor del amor, siempre podrán enfrentar los problemas más grandes y los tiempos más difíciles con mucha más alegría y esperanza que los que no llegaron a conocer de verdad lo que significa Amor.


El premio más grande de la paciencia es el amor duradero.

Ivo Pino Ramos

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