En
la antigüedad siempre se decía que era una herejía mencionar acontecimientos
astronómicos relacionados con la religión, y en este caso me refiero a la
católica, donde el caso más conocido es el de Galileo Galilei, que por
demostrar que la tierra se mueve alrededor del sol, casi le cuesta la pena de
muerte. Pues estos días se celebrará la Semana Santa, y para los que no saben
como se calculan estos días, pues esta es la regla:
El
domingo de la Pascua de Resurrección es el siguiente: A la primera luna llena que sigue al
equinoccio de la primavera boreal (es decir, del hemisferio norte). Sorprendente. Una fecha tan significativa está regida por la luna y al equinoccio. Pues vayamos con un poco de historia.
equinoccio de la primavera boreal (es decir, del hemisferio norte). Sorprendente. Una fecha tan significativa está regida por la luna y al equinoccio. Pues vayamos con un poco de historia.
La
Confusión causada por la Pascua
Muchas
fechas religiosas (en particular las católicas) tienen su origen en la
adaptación de celebraciones paganas con raíz astronómica y están relacionadas a
menudo con los cambios de estación. (Ejemplo la Navidad y el Anus Invictus de
los romanos). El caso de la Semana Santa es particularmente importante pues de
su fecha dependen otras celebraciones religiosas (como el Pentecostés y la
Ascensión).
Hasta
el principio del siglo VI, en el cristianismo reinaba una gran confusión sobre
la fecha adecuada para celebrar esta Pascua y diferentes grupos tenían sus
criterios propios y diferenciados para fijarla. Aunque en el Concilio de Arlés
(año 314) ya se reconoció la necesidad de fijar una fecha común de celebración
para toda la cristiandad, siguió hasta el Concilio de Nicea (año 325) y el
embrollo se prolongó hasta el año 525, cuando Dionisio el Exiguo adoptó unos
criterios claros (que procedían de la iglesia de Alejandría) y emitió una
normativa desde Roma. La norma era aproximadamente la expresada más arriba.
Pero así enunciada, planteaba importantes problemas a la hora de ponerla en
práctica.
Equinoccio
de primavera, primer problema
Comienza
el equinoccio de primavera (la palabra equinoccio proviene del latín
aequinoctĭum y significa «noche igual»), los días se hacen más largos y la vida
vuelve a renacer.
Es
la época idónea para la siembra y, por ello, muchas celebraciones se basan en
ceremonias tradicionales de plantación. También es una época para tomar
alimentos especiales -huevos de colores y bollos- y para hacer ofrendas a los
dioses y diosas de la vegetación.
El
equinoccio de la primavera boreal no tiene una fecha fija, sino que puede
oscilar entre el 20 y 22 de marzo y, de no calcularlo con criterios
astronómicos, ello podía introducir confusiones a la hora de calcular el primer
plenilunio (Luna Llena). Por otro lado, la fecha local del plenilunio puede
cambiar de un día de acuerdo a la zona donde uno se encuentre. Además, para
diferenciar muy claramente la Pascua cristiana de la Pascua judía, no se
deseaba que ambas coincidiesen nunca en la misma fecha.
Teniendo
todos estos elementos en cuenta, se estableció la regla completa (y correcta)
para la determinación de la Pascua:
El
domingo de Pascua es el siguiente a la primera Luna llena ‘eclesiástica’ (un
plenilunio ficticio definido por la Iglesia mediante unas tablas numéricas) que
se da en o tras el 21 de marzo.
Esta
regla lleva implícito que cuando la luna llena eclesiástica cae en domingo, la
Pascua se celebra el domingo siguiente, lo cual impide que la Pascua cristiana
coincida con la judía.
Afortunadamente
no hay que recurrir a esta regla completa y exacta más que en contadas
ocasiones y la regla simple suele funcionar para un elevadísimo número de años.
De
esta regla se desprende que la Pascua de Resurrección nunca puede ser antes del
22 de marzo (cuando la luna llena sucede un 21 de marzo que además es sábado)
ni después del 25 de abril (cuando hay plenilunio el 20 de marzo y, además, el
18 de abril –fecha del siguiente plenilunio- es un domingo, lo que hace
retrasar la Pascua de una semana).
Algoritmos
Durante
el Renacimiento se compilaron tablas para calcular la fecha de la Pascua,
algunas de ellas en función del Número áureo (Tema importante para los
iniciados). Pero pronto se desarrollaron diferentes algoritmos algebraicos. El
más popular es el algoritmo de Gauss que permite calcular la fecha de la Pascua
mediante cinco operaciones aritméticas sencillas.
Hoy
día tenemos disponibles en internet numerosas páginas web que nos realizan el
cálculo de la fecha de Pascua y de las principales fiestas variables durante y
después de la Semana Santa. Una muy clara, y en castellano, que nos calcula la
Pascua entre los años 1583 y 2499 es ésta que puede ver en este link. ( http://www.divvol.org/recursos/fecha_pascua.htm)
Un
poco de estadística
El
19 de abril es la fecha más frecuente del domingo de Pascua (cae en esa fecha
casi 4 veces cada cien años: el 3,87 %). Lo menos frecuente es que caiga el 22
de Marzo (solo 5 veces cada milenio) o el 25 de Abril (solo unas 8 veces por
milenio).
Costumbres
•
La tradición de los huevos de Pascua, aunque con variaciones locales, está
presente en un gran número de países. En la cristiandad la tradición se impuso
muy posiblemente como una consecuencia de la Cuaresma. Tras 40 días de ayuno,
se produciría en la despensa una acumulación de huevos que convenía consumir
después. Los más recientes se consumirían normalmente, pero los más antiguos se
cocerían para conservarlos más tiempo, decorándolos a continuación.
Conclusiónes
-Está
bien claro que la fecha principal es la PASCUA DE RESURRECCIÓN, o sea el
domingo. Esa es la fecha central religiosa católica, el júbilo de la
resurrección, pero por otras causas que no es motivo de este trabajo, pasó a un
segundo plano dando la mayor importancia al SUFRIMIENTO, CASTIGO Y MUERTE del
jueves y viernes. Incluso la prensa escrita y la televisión se centraliza su programación en esos días, donde la diferencia es notable con respecto al Domingo.
Para reflexión.
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